2.16.2010

Cultura pop y cultura rock

Pareciera que con el transcurso de los años, hubiera términos que cambian de sentido. Hoy hablar del pop, para un rockero suena de alguna forma, bastante peyorativo, pero esto no era así en la década del sesenta. Es verdad que hasta aquí hemos hablado de la cultura rock como un movimiento contracultural que cuestionaba muchos de los cimientos del sistema, pero no habíamos ahondado en el impacto de la cultura pop como emergente principal sin el cual la anterior no hubiera sido posible. Vamos a hacer una salvedad necesaria y enunciar que lo que se denominaba cultura pop en verdad no tenía nada que ver con lo que hoy se denomina así, es decir que el pop no era el mainstream. En aquel tiempo no hablábamos de este último sino de lo comercial y lo complaciente, pero esto no era equiparable a lo que se denominaba pop. Las concepciones culturales nunca son ajenas a los contextos sociopolíticos. Esto pareciera una obviedad pero vale la pena subrayarlo. El cuestionamiento al establishment realizado por los jóvenes de los sesenta y los setenta, no era solamente un hecho subjetivo, sino que se expresaba como una realidad concreta y tangible, donde la revolución, en sentido amplio, era un paradigma bastante generalizado, y donde las masas comenzaban a tener un protagonismo privilegiado. En el tiempo que nos separa puedo percibir que muchos habíamos hecho de las masas, nuestro dios, y esto no poseía solamente un correlato político sino también una impronta muy fuerte en la cultura popular, y en todo un desarrollo de una tendencia estética que cuestionaba a la cultura de las elites. En el tiempo también pude evaluar que los adoradores de las masas éramos también algo así como una elite, pero de nuevo tipo, una elite que quería cambiar el mundo. Repitiendo que la cultura pop no era el mainstream, podríamos afirmar que era de alguna forma su opuesto. Para definir este fenómeno surgido principalmente en los sesenta, debemos partir de varios elementos a partir de los cuales fue posible, para yuxtaponerlos, realizar un patchwork, una almazuela, que no debe ser ordenada dogmáticamente, ya que de los que estamos hablando de dogmático tenía muy poco. Como elementos a tener en cuenta debemos referirnos a la cultura popular y/o de masas, al pop-art, a las grandes revueltas masivas de aquel tiempo como fueron el mayo francés, el otoño caliente italiano, la revolución cultural china, el movimiento pacifista de los EEUU, el cordobazo argentino, etc. De alguna forma el surgimiento de la cultura pop era el resultado predicho por Walter Benjamin, en la década del 30, al referirse al desarrollo de las fuerzas productivas y a la obra de arte en la era de la reproductibilidad técnica. Benjamin a partir de vislumbrar la reproducción al infinito de una obra de arte, desprendía que esta estaba condenada a su desaparición como tal. La obra de arte era la producción de una elite y su lugar en la sociedad era completamente limitado, pero su implosión produciría una liberación de sus componentes que se expandiría en lo social, creando nuevas estéticas alejadas de los sitios convencionales donde el arte se exponía, y de donde a su vez adquiría su estatus. Para ser más precisos, si la obra de arte estaba circunscripta a un reducido sitio poligonal cerrado, como lo es un cuadro o un museo, su estallido produciría su expansión a todos los esquineros de la trama social, haciendo que los elementos estéticos aparezcan ahí donde antes no se los había tenido en cuenta. La cultura pop era un emergente multifacético, multidisciplinario en un momento donde el componente de masas estaba sujeto a una radicalización constante. El rock, el soul, el reggae eran el resultado del surgimiento de esta cultura pop, y en este sentido obviamente no se restringían a ser exclusivamente simples géneros musicales, y se articulaban a diferentes expresiones estéticas al igual como lo había hecho el Pop Art. Sin dudas que la cultura del rock va a alcanzar algunos elementos particulares que son los que le van a dar autonomía, pero no hay que desconocer de donde surgió. Uno de los elementos principales por los cuales vale hacer la distinción es sin dudas saber que sin psicodelia no hay rock, y por otro lugar tener en cuenta que en momentos de reflujo revolucionario al pop se lo fagocita el sistema y que la cultura rock en este sentido debe mantener su independencia, cosa que no es del todo obvia, ya que también hay rock que se vuelve parte del mainstream y pierde su esencia. La cultura pop si de alguna forma tuvo algún resurgimiento tendríamos que afirmar que en nuestro país a partir de diciembre de 2001, se produjeron experiencias muy interesantes de recuperación de espacios públicos y de construcción de centros culturales que reavivaron la llama de esta cultura de combinar diferentes disciplinas y hacer de la calle, el ámbito preponderante, pero como habíamos dicho anteriormente todo esto depende principalmente de la sensibilidad y el humor social, y del entroncamiento de ciertas vanguardias estéticas con lo popular, en momentos históricos muy precisos.