12.06.2009

El Valle del Tiempo- Nuevo programa radial

En el valle del Tiempo, todos los tiempos confluyen en una sola totalidad, es el lugar donde el pasado, el futuro y el presente no se diferencian, y donde además intentaremos rescatar la música y la filosofía, que nos iluminaron, en aquel centro gravitatorio sin igual, de fines de los sesenta en adelante.

A partir del domingo 13 de diciembre arrancará El Valle del Tiempo, por Radioparque FM 92.9 “La Verde”, y será todos los domingos de 22 a 24.
El programa surge como una iniciativa conjunta con Carlitos Mariño, quién además de ser el dueño de la radio, es uno de los pioneros del rock en la región de La Plata, Berisso y Ensenada.
Contacto: elvalledeltiempo@hotmail.com
Escuchar en vivo por Internet

11.15.2009

Una historia aún no escrita- Rock platense

En un artículo anterior habíamos dicho que la historia del rock platense, aún no ha sido escrita, al menos en lo que hace a sus inicios, y se prolonga hasta 1982, donde lo que emerge como rock nacional, es probable que ya no sea igual a lo que en la Argentina, anteriormente llamábamos a secas, música progresiva.
Existen datos dispersos y fragmentarios sobre los orígenes de los Redondos y Virus, muchos de ellos, principalmente en los referidos al folklore ricotero, son bastante imprecisos y no dan cuenta de la realidad platense que los englobaba. Por ejemplo decir que eran descendientes directos de La Cofradía de la Flor Solar, es un dato muy similar al que se esgrime diciendo que Virus fuera lo mismo de Dulcemembriyo. La participación contingente de alguno se sus miembros, en determinada agrupación no hace inmediatamente que uno se convierta en descendiente directo.
Si bien no existen grabaciones del Dulce, si las hay de la Cofradía, sólo alcanza con escuchar, y comprobar lo que estoy diciendo. Tampoco La Cofradía fue lo único que existió en aquel tiempo inicial del rock local.
Es conocida una mítica actuación de Patricio Rey en Salta, en un tugurio llamado El Polaco en 1978. Entre los temas que se pueden escuchar, hay una versión bastante particular de Maldición, va a ser un día hermoso, tema que va a ser conocido muchos años después, por la versión del álbum ¡Bang! ¡Bang!, ¡Estás Liquidado!, de 1989. Lo que sorprende de esta rara versión de Maldición… es que arranca con un fraseo de guitarra, bastante distorsionado, bastante blusero, que cuando uno lo escucha, inmediatamente sabe, que ese no es Skay. En ningún lugar está escrito quien era ese violero.
A su vez todos sabemos que Patricio Rey era una figura mitológica, pero no mucho más, por lo que me puse a indagar sobre ese personaje, ya que la geografía me es favorable, empezando a descubrir que en La Plata, Berisso y Ensenada de aquella época, éste era un pivote muy grosso, que si bien no era nadie en particular, podía encarnarse muy bien en algunos de los que sostenían la escena del rock en la región. Estos son solamente algunos anticipos, pero podemos adelantar que Patricio excedía largamente a los Redondos.
Por otro lado comparto con la estudiosa alemana Mercedes Bunz, que el rock en un momento de su historia, fue fagocitado por el sistema, e inevitablemente se convirtió en pop.
Esta interesante autora señalaba que “El rock trató de marcar estándares auténticos, en un mundo falso, el rock fue una revolución. Pero entonces esa revolución se convirtió en un negocio. Entonces el rock se convirtió en parte de ese mundo falso, y ahí entró el pop”.
La historia del rock por lo tanto debe ser escrita desde la perspectiva de aquella revolución, y no de la que nos marcan hoy, los estándares del establishment, porque así la historia sólo queda reducida a las discografías oficiales, o las grandes actuaciones, y el rock es mucho más que eso, y tal vez, una sustancia mucho más interesante, pero como antes había dicho, esto es solamente un anticipo, en el cual estamos trabajando actualmente.

10.15.2009

Blues internacional en La Plata- Eddie C. Campbell


Blues Internacional en La Plata
Eddie C. Campbell


El pionero del West side sound de Chicago viene a presentar su ultimo Cd "Tear the world up", a dos meses de cerrar el show de blues mas importante del mundo, el del Central Park de Chicago.



Sabado 17 de Octubre 20 hs
Centro Cultural Islas Malvinas
calle 19 entre 50 y 51 - la plata

Abre Johnny Guitar Saullo y la Blues del Expresso.
La Mejor oportunidad para ver a un autentico Bluesman Nortemericano en La Plata.
Informes y entradas anticipadas: 0221-4795240
Blues_1075@yahoo.com.ar

9.23.2009

EDUARDO FREZZA (Cantante y Bajista de EL RELOJ) Nuevo proyecto: CRONOLOGIA

La propuesta promete un nuevo trabajo inédito con temas nuevos de Frezza y videoclips de cada tema y una puesta de escena para revivir los temas del primer álbum de EL RELOJ, que Sony Music acaba de reeditar con sonido remasterizado y Bonus Tracks con sus simples.

Martín Arnedo es el creador de Vampiroquai, la banda con la cual homenajeó en Uruguay al gran Norberto “Pappo” Napolitano, con el cual compartió escenarios como guitarrista.

Richard Arena es el tecladista y cantante de A.R.B. y también compartió escenarios, grabaciones y zapadas con Charly García, Pappo con Deacon John, JAF, Saúl Blanch, Mc Laughlin, Chambers, De Francesco, B.B.King y con Power Trío acompañó a Kiko Loureiro (Angra).

Guillermo Carpintero fue baterista de ARCAICA y compartió escenarios con Horcas y Tren Loco.

Eduardo Frezza saldrá a recorrer los escenarios nacionales a partir del mes de Noviembre del 2009.


Eduardo Frezza, cantante y bajista de la legendaria banda EL RELOJ, vuelve a los escenarios con su nuevo proyecto solista llamado CRONOLOGIA, junto a los músicos Martín Arnedo en Guitarra, Richard Arena en Teclados y Guillermo Carpintero en Batería.


Para conocer más sobre este nuevo lanzamiento, fechas de shows y noticias de EL RELOJ ingresa al sitio:
www.elrelojrock.com.ar

9.04.2009

Shamal- Gong (1975)- Análisis y reseña del disco

El álbum Shamal de Gong del año 1975, es una de las obras del progresivo que más me gusta, y no solamente por haber estado ahí presente el violinista Jorge Pinchevsky, sino porque sencillamente es una obra hermosa que uno no se cansa de escucharla. Como no soy un analista musical sino más bien alguien que antes que nada se ocupa de la narrativa cultural del rock, le pedí a Erni Vidal que además de músico es un verdadero promotor del género progresivo y sinfónico que me escriba una reseña del disco, y por lo que vamos a leer de lo que el pudo plasmar en la letra, no nos va a caber ninguna duda de que es un verdadero especialista en el tema.

Por
Erni Vidal
desde Mendoza

UN QUERIDO AMIGO de La Plata, Osvaldo Drozd, de naturaleza literato y melómano por elección, con quien compartimos excelentes y extensas charlas a pesar de la distancia (él es de la húmeda La Plata, y yo permanezco en el desierto mendocino, contra la Cordillera), me encargó para estas publicaciones (De Garage, el Diario de Rock, y el blog Berisso Blues), que reseñase dos discos muy valiosos de la carrera de los franceses GONG -pilares de la música progresiva de su país-, y particulares bellezas de contenido de alta calidad, uno por sus logros en el estudio, y el otro por su performance en vivo. Estos discos a los que nos referimos son Shamal, de 1975, y el bastante reciente en su edición original -con rescates de tomas de conciertos justamente en 1975, y que estuvieron muchos años guardadas en un cajón- Live In Sherwood Forest.
Tamaña tarea!
Se me hace una responsabilidad pesada de sobrellevar, dado la grandeza de los músicos involucrados y la magnificencia de esos registros.
Así entonces, con la mayor honestidad (que la subjetividad me permitió), y como ‘ultra-fan’, músico, productor de radio y divulgador del género progresivo en que los años me convirtieron, paso a dejarles aquí mis respetuosos comentarios al respecto.

Comenzaré por el Shamal, disco de estudio de 1975. Un honor.

GONG
Shamal (1975)

Mike Howlett
(bajo, voz)
Didier Malherbe (saxos, flautas)
Mireille Bauer (marimba, xylofón, percusión, gongs)
Pierre Moerlen (batería, vibrafón, campanas tubulares)
Patrice Lemoine (teclados)

Con las colaboraciones de:
Steve Hillage (guitarra)
Miquette Giraudy (voz)
Sandy Colley (voz)
Jorge Pinchevsky (violín)

……………………………………………………............

Luego de la genialidad que significó la ‘trilogía espacial-ácida-psicodélica’ conformada por la serie de ediciones Radio Gnome Invisible (Flying Teapot, 1972 / Angel’s Egg, 1973 / You, 1974) de los franceses Gong, y al mando del talentoso freak australiano Daevid Allen (n.13 Enero, 1938), éste decide retirarse del proyecto para comenzar una carrera solista junto a su esposa y musa inspiradora Gilly Smith; y con nueva formación, ahora liderada por el baterista Pierre Moerlen, el grupo emprende una carrera estilísticamente diferente, orientada más hacia el jazz-rock y la fusión con elementos más cercanos a la world music, pero sin abandonar su escencia original de experimentación en las corrientes espacial-ambientales, y ese clima progresivo de la mejor herencia del Canterbury inglés.
Así, este combo extraordinario, ahora con la presencia quizá un tanto más marcada
-debido al alejamiento de Allen, que también se encargaba de las guitarras- del virtuoso guitarrista Steve Hillage, editan el que sería el iniciador de esta nueva etapa de Gong, uno de los discos emblemáticos y más bellos que dio la historia del género progresivo de su país, y referente además, junto a lo mejor de bandas como Soft Machine, Caravan, National Health y otras, de la escuela de Canterbury (esta corriente o sub-género mixturaba rock progresivo con elementos del jazz e influencias del folk típico inglés, sobre todo de la zona sureste del país, no muy lejos de Londres). El disco en cuestión es Shamal, grabado y editado durante 1975, y, como cito más arriba, sin duda uno de los técnicamente más hermosos y bien arreglados que cedió a nuestros oídos (y mente) el género durante los ‘70s.
Entre los vericuetos que dominan la ‘escena intrínseca’ del álbum, debemos destacar dos particularidades, entiendo que de especial relevancia: Primero, el hecho de que el disco fuera producido en el estudio por no otro que Nick Mason, el mismísimo baterista de Pink Floyd (ya por aquellos años, posicionados definitivamente con peso propio dentro de la escena progresiva europea y mundial), y para nosotros, los progres y melómanos locales, el contar como invitado, con la participación del violinista argentino Jorge Pinchevsky, nuestro recordado y querido Pin, hábil con su instrumento, y como lo demostrara a lo largo de este disco, con una particularísima capacidad para entusiasmar y hasta influenciar a quienes tenía alrededor y que compartían con él las sesiones de grabación.


El disco comienza con Wingful Of Eyes, climático introito a una obra que con el correr de los temas mostraría poseer cierto carácter conceptual, con el fusionado de varios de sus temas a lo largo de la reproducción, armando una hilazón de escucha que lleva al oyente hacia los clímax que Gong maneja prácticamente a su antojo, de manera no forzada y sutil pero muy efectiva… Muy buen groove de bajo (Howlett), con esa sensación de ‘sonido-justo-para-este-tema’, la línea de percusión prolija, impecable en tempo (Moerlen), flauta de Malherbe que ya deja entrever cómo sonará a lo largo de este relato sonoro (muy buen trabajo de cámaras y paneo en el stereo), y todo con las pinceladas de las percusiones afinadas de Mireille Bauer, que sorprenderá directamente con sus intervenciones más tarde, y a lo que termina acostumbrándonos: Su excelencia como ejecutante, sus incursiones perfectas. El piano eléctrico (Fender Rhodes) de Lemoine carga el color fusion sobre el canal izquierdo, con toques acotados y precisos, y la voz a cargo de Howlett, ajustada y bien al frente de la mezcla, provee el tinte particular (con algunos vibratos bien notorios por tramos) que se convierte en una de las referencias de la textura sonora (y estilo, bien diferenciado del de Allen) de la obra. De pronto aparecen, con inconfundible sonido Les Paul, los dedos de Steve Hillage, que será otro de los hilos conductores del sonido Shamal. Pulsante, a veces con determinismo rockero, otras con pastoriles arpegios de guitarra acústica, logra que el tema llegue a su fin con naturalidad y dando buen preludio a lo siguiente.

Continúa Chandra, perla de las que comienzan a dejarse ver ahora con más claridad a lo largo del trabajo. Extraordinaria intro en clave jazz rock muy climático, la base rítmica Howlett-Moerlen ajustadísima, con el agregado de una de esas primeras sorpresas talentosas de Bauer: el groove de xylofón como si fuese tocado por un sequencer, acoplado de manera perfecta con la base y haciendo unas subdivisiones en la métrica que dejan con la boca abierta… Si a eso le sumamos el saxo procesado (con chorus), lo cual le provee un color un tanto “irreal”, y el trabajo de Hillage en perfecto lenguaje Canterbury clarísimo, el track se convierte rápidamente en un bocado de enigmática dulzura para cualquier paladar melómano… Cierto matiz sinfónico es provisto por las líneas de (sintetizador) Moog, y sobre los 4 minutos aparece -en su primera incursión gloriosa por cierto- Pinchevsky, violín acústico, bien reproducido el color de la madera del instrumento, cálido, algo tímido, como tanteando. Tranquilo, pero bien personal y mezclado con las líneas de piano eléctrico, una delicia que pasa muy rápido. La voz de Howlett, siempre como volando por arriba de la pista, pero esta vez más mezclada dentro, formando parte más de un todo compositivo. Hermoso tema que se funde con el siguiente.

Ahora en el tercer tema, Bambojii, tenemos la primera sorpresa ‘global’ de Shamal:
Una intro totalmente étnica, que alejaría al tema (aparentemente) del rock, clima oriental apuntando hacia las alturas del Tíbet o similares, frío ambient de viento con una flauta encima, voces (femeninas, a cargo de Miquette Giraudy) en clave de cánticos de tipo devocional… La presencia de la world music se corta de pronto cuando entra la guitarra de Hillage y se insinúa un tema mucho más rockero, con la intervención de Pin inclusive, que hasta trae por pocos segundos una clara reminiscencia de sus incursiones en las típicas composiciones de La Pesada de Billy Bond, y que de inmediato da paso a… ¡un aire de carnavalito!, bien norteño, obra sin duda esto último, de los arranques arregladores de Pinchevsky, y que debe haber fascinado a los integrantes de Gong por su exotismo. Rareza que sonará extraña para algunos, pero bella de verdad.

Le sigue Cat In Clark’s Shoes, ¡y ahora sí que debemos detenernos para el análisis, frente a una genialidad compositiva y de eclecticismo extraordinario!
Entrada energética, picante, base bajo-batería bien arriba, y todos los demás aportando… Saxos, piano eléctrico, las percusiones afinadas, y el violín. Contrapuntos y trabajo de armonía que consiguen un pasaje pulsante, ajustado en la más clara tradición jazz-rock ‘erudito’. Unos compases de todo esto, tratando de mutar sobre el final, con cortes para “acomodar” el pasaje a lo que viene, y el cambio de métrica de pronto, que desemboca en la escucha de un malambo (sí, leyeron bien), en la mejor tradición Ginastera, para luego dar paso a otro pasaje 100% Pin, como si la mismísima Pesada del ’72 fuese el resto de la banda que está tocando… El violín haciendo el solo, sobre una base de folk/country rápida, con aires bluseros… ¡Si hasta parece que sonaran Alejandro Medina y Black Amaya detrás! Notable, pero el asombro recién comienza, ahí: Muy luego, sigue otro arreglo de métrica para acomodarse, y el combo, con la marca de Malherbe, da paso a… Un tango. ¡Sí, claramente, y de la más pura tradición “canyengue”! Perlita etérea, con la línea de violín bien al frente, y el mismo Pinchevsky recitando lo de “…La morocha y el empedrado…” -así en español y lunfardo, por supuesto- a bajito volumen, por el canal izquierdo, casi un susurro. Unos compases que de ninguna manera pueden pasar desapercibidos. Y el resto de los franceses, tocándolo bien, ajustadamente, como si conocieran este lenguaje casi a la perfección. Evidentemente, la influencia (y muy posiblemente la dirección musical en este pasaje) de Pinchevsky fue de decisivo peso. Varios se dieron el gusto, y todos contentos con el resultado, obviamente. Pin a sus anchas hippie-sudamericanas, y los demás Gong disfrutando a full. Joya total, abarcativa, en el paroxismo ecléctico, que termina con otro poco de jazz-rock para resolver todo de la manera como comenzó. Punto alto indiscutible del disco.

Mandrake es el tema que sigue, y destaca ampliamente ahora la dupla percusiva Moerlen-Bauer, más el agregado de una de las líneas de flauta (bamboo flute) más hermosas y rendidoras de todo el disco. Sobre la mitad aproximadamente, el tema “estalla” gentilmente, dándose un empuje rítmico mucho más marcado, y el groove cae sobre el intelecto como una suave bendición, un bálsamo que asemeja a la miel pasando por la garganta. Uno de los pilares del éxtasis alcanzado por Gong en este trabajo, sin duda alguna.

La canción que le da nombre, Shamal, cierra el álbum. A estas alturas, es de imaginar que poco se puede agregar a este muestrario de talentos varios y técnicas sobresalientes. El final del disco comienza con una base rítmica bien fusion, en plan similar a como empezó, con “Wingful…”, slow tempo, pero más “caliente”, la base casi un loop, tocado a mano. Buenísimo manejo de la síncopa de parte del tándem Howlett-Moerlen, y el talentoso y etéreo toque del saxo de Malherbe como contando una historia, desde lejos con reverbs profundas. Cambia el groove, el ritmo se cuadra, y aparecen las voces de Howlett (muy bien) y el coro a cargo de Sandy Colley, en un interplay tan nerviosamente extático como no exento de una cierta sensualidad. Muy interesante. Hay una carga de misticismo (como no podía ser de otra manera, viniendo de Gong!) rondando todo el disco, y se percibe muy especialmente aquí, en este pasaje.
Mireille Bauer vuelve a ser el centro de atención de la escucha, llegando a doblar la frase del bajo en pasajes que se nos antojan casi imposibles, y dueña de una justeza y afinación que cortan el aliento… y nuevamente, sobre los 4’25”, vuelve a aparecer el pulso nervioso de Pin, breve pero enérgico solo de violín del geniecillo criollo, con una urgencia que hace traer a la memoria algunos pasajes de la virtuosa Mahavishnu Orchestra.
El tema vuelve a tomar sus carriles de free experimental con algunos toques de funk aquí y fusion allá (que lo acercan a la escuela del RIO inclusive por momentos, como flashes), y Hillage y Malherbe se despachan a gusto repartiéndose lo que queda para improvisar y meter frases en el paneo del stereo.


En resumen, un trabajo único, con fuerte identidad propia, que contiene todos los elementos de la música de una década prodigiosa, y a la vez no intenta parecerse a ninguno: no lo necesita.
Shamal viene a ser el “eslabón perdido” entre esa primera etapa, lisérgica, enloquecida, psicodélica ácida y espacial, a bordo de teteras volantes que surcaban cielos para remontarse hasta un lejano planeta con intelecto y cultura rockera propios, que significó el liderazgo del ‘pot head pixie’ delirante y genial de Daevid Allen, y lo que podría denominarse la “tercera etapa” Gong, en donde Pierre Moerlen toma el timón para desembocar finalmente en ese portento que llegó a contener en sus filas a un genio de la guitarra como Allan Holdsworth, y a otros notables como Mick Taylor (guit), Bon Lozaga (guit) y Darryl Way (violin), y que maduró discos tan increíbles y valiosos para el género como Gazeuse! (1976), y Expresso II (1978).

No puedo recomendar lo suficiente este disco maravilloso, perla que brilla con luz propia entre los buenos álbums del progresivo clásico de los ‘70s, tanto en la veta del Canterbury, como del jazz-rock, el acercamiento –visionario, por cierto- a los climas de lo que años más tarde se conocería como ‘New Age’, o simplemente el rock progresivo más visceral y franco, con formato de canciones que remiten a los lugares más recónditos del alma y el intelecto…
Mención aparte, la protagónica participación de nuestro violín mayor del rock y el blues, Jorge Pinchevsky, en épocas tal vez duras de su exilio europeo, cuando a fuerza de puro talento y necesidad de progresar llegó a tocar con músicos de la talla del francés Cyrille Verdeaux en su proyecto Clearlight (que taloneaba a Gong en gira, y de donde precisamente se creó el contacto y posterior ‘pase’ de Pin a Gong), y de su notable presencia e influencia en los pasajes étnicos (sobre todo sudamericanos) del álbum.
Una joya si se quiere única, verdadera pieza muy valiosa en cualquier colección de buen progresivo.
Un buen masaje para las percepciones.
Por favor para quienes no lo conozcan, intenten conseguir el Shamal de Gong, y entréguense sin miramientos a su disfrute. Sus sentidos se los agradecerán.

Ernesto Vidal (Erni)
La Progresión/Música de Culto
FM Universidad – Mendoza
laprogresion@yahoo.com.ar

9.01.2009

Premio al esfuerzo personal 2009


Me ha llegado una notificación por parte de mi gran amigo prog-mendocino Erni Vidal de La Progresión, Música de Culto para decirme que entre otros ha elegido mi blog como uno de los merecedores de este premio, y de verdad se lo agradezco profundamente ya que además de compartir muchas ideas y gustos musicales, es un gran tipo y un verdadero laburante en esto del universo blogger como una verdadera red de difusión de intereses culturales que los grandes medios masivos nunca tienen en cuenta.

La propuesta consiste en que yo mismo deba elegir otros blogs que a mi entender sean merecedores de este Premio al esfuerzo personal, y ellos son:

La Maza Blues
Aguante la Cofradía
Reddland
El Mago de Agua
Una foto más

Reglas del Premio:

1.- Al recibir el Premio, se ha de escribir un post mostrando el premio y se ha de citar el nombre del blog o web que te lo regala y enlazarlo al post de ese blog o web que te nombra ganador.
2.- Elegir un mínimo de 5 blogs que creas que brillan por su temática y/o su diseño. Escribir sus nombres y los enlaces a ellos. Avisarles de que han sido premiados con el "Premio al esfuerzo personal", para que lo recojan.
3.- Opcional. Exhibir el Premio con orgullo en tu blog haciendo enlace al post que tú escribes sobre él.

8.22.2009

Presentación de Engranaje

Hoy 22 se presentará en Castelar, Muñiz 17 la banda del legendario y gran amigo Bocón Frascino, quien fuera además integrante de Pescado Rabioso y Sacramento.


http://www.engranajerock.com.ar/
http://www.myspace.com/engranajerock/

8.16.2009

Woodstock a 40 años

Cuarenta años podrían ser mucho o poco tiempo, eso depende de muchos factores, pero cuando este tiempo cuenta en lo que nos separa del Festival de Woodstock allá en 1969, esto pareciera convertirse en una eternidad. En el mundo se produjeron desde entonces tantos cambios que daría la sensación que estos cuarenta años parecieran encontrarse en una lejanía inalcanzable. Cambios culturales, sociales, tecnológicos que no precisamente implican una superación, algunos tal vez si, mientras que muchos otros reflejan la sensación de un cruel retroceso.

1969 fue un año donde abundaban cúspides de todo el movimiento juvenil emergente para mediados de los sesenta tanto en lo relacionado a la contracultura, como a los vientos de renovación y revolución que soplaban por todo el planeta y donde el rock se convertiría en la banda de sonido de la experiencia de vida de los jóvenes de entonces.
Woodstock iba ser el festival más recordado de aquella época, donde se congregarían quinientas mil personas en una granja de Bethel, Nueva York, los días 15, 16 y 17 de agosto de 1969.
No solamente por los grupos y solistas que irían a estar en escena sino también porque fueron tres días de convivencia sólo comparables a la realización de alguna ensoñada utopía.
Los que vivimos por estos pagos, supimos antes que nada sobre Woodstock por haber visto la película, y sin exagerar demasiado la mayoría la vimos entre 10 y 15 veces, y algunos tal vez más, aunque cada vez la daban más recortada.
Hubieron actuaciones memorables como la Jimi Hendrix; The Who; Santana; Crosby, Stills & Nash; Janis Joplin; Country Joe; Joan Baez, Joe Cocker, el descubrimiento de un grupo como Ten Years Alter o un solista como Richie Havens, así como el inolvidable Going Up The Country (Recorriendo el país) de Canned Heat que era el tema que sonaba mientras se mostraba la llegada de los distintos contingentes, mientras otros montaban el escenario, y las torres de iluminación y sonido.
Junto a Monterrey y la Isla de Wight en Inglaterra fueron festivales de masas que de a poco fueron desapareciendo debido a hechos de violencia crecientes. En el mismo 1969 en el Altamont Free Festival organizado por los Rolling Stones fue asesinado un joven negro de 18 años por parte de los Hells Angels (Angeles del Infierno), un grupo de motoqueros violentos de camperas negras que agredían a los jóvenes pacifistas con palos de billar. El asesinato se produjo mientras los Stones hacían Simpathy for Devil. Este grupo de choque de a poco comenzó a desmovilizar a los jóvenes que asistían a éstos festivales.
Woodstock fue una cima y pronto comenzaría el descenso, muchos hippies emigrarían al campo a constituir comunidades mientras que las agrupaciones musicales iban a empezar a hacer presentaciones para públicos más restringidos.
Evidentemente eran otros tiempos muy diferentes y mucho más cuando hoy leo una noticia que podríamos llamar sorprendente.
Cuando caminaba por un suburbio de New Yersey fue detenido Bob Dylan, ya que algunos del vecindario denunciaron a la policía que andaba por ahí un anciano extraño con pinta de linyera. La joven agente que lo detuvo le pidió el documento que en ese momento Bob no tenía y a pesar que él le manifestara quien era, ella nunca había sentido ese nombre. La escena transcurrió casi como en un capitulo de alguna novela de Ray Bradbury o James G. Ballard, y es justamente esto lo que me hace pensar que 40 años alcanzaron hoy a convertirse en una verdadera eternidad.

8.07.2009

"Presumida" en versión cofrádica

Esto que voy a relatar es antes que nada un grato recuerdo.
Yendo desde Berisso, cruzábamos a pié el dock central del Puerto La Plata para llegar ahí unos metros más al Club YPF de Ensenada. En aquella noche de 1971, en aquel sitio se presentaba La Cofradía de la Flor Solar, junto a los ensenadenses Idea como teloneros.


Para todos los que por acá seguíamos al incipiente rock rioplatense, la Cofradía era por entonces, para nosotros, una especie de patrimonio regional ineludible. El grupo platense realizó sus temas acostumbrados, muchos de los cuales hoy son conocidos por haber sido grabados, pero la sorpresa iba a ser cuando se irían a lanzar con un cover inolvidable del rock´n´roll.

“Nos veremos presumida no te puedo aguantar
esas puntadas tuyas no las puedo pasar
tu sin caviar y sin faisán no vives felíz
mientras yo solo quiero bailar rock and roll

Con las chamacas bailando y mis amigos gozando
junto con ellos te quisiera ver,
pero a ti tan solo el vals te convence
y un nuevo nombre te voy a poner
presumida, presumida, presumida, presumida..”


Presumida era un tema clásico del rock´n´roll (High Class Baby de Cliff Richard) que los inolvidables mexicanos Teen Tops habían adaptado a nuestra lengua, al igual que muchos otros clásicos del género.
La agradable sorpresa era que esta versión cofrádica era inigualablemente hardrockera, con mucha fuerza y distorsión, con mucho punch y me siguió dando vueltas en la cabeza por mucho tiempo, una pena que no haya quedado un registro de ella.

No hace mucho volví a recordar aquella Presumida, y se lo comenté a Carlos Mariño, que me devolvió un: “Te acordás loco, esa versión era muy de Morcy”, mientras que Carlitos Pinchevsky, el hermano del gran violinista, cuando se acordó se puso a cantarla con la misma impronta de aquella legendaria Cofradía.

7.03.2009

FM La Verde 94.1 online desde Villa Elisa

Ya podemos escuchar online desde Villa Elisa, la Radio de nuestro gran amigo Carlos Mariño el pionero del rock de La Plata.

http://www.laverdefm.com.ar/


6.20.2009

Punch, Miguel Cantilo junto a músicos platenses


Miguel Cantilo aquel legendario integrante del dúo Pedro y Pablo siempre anduvo ligado a gente de la Plata, tal vez por ser nieto de uno de los fundadores de City Bell.
Miguel fue un asiduo visitante de la comunidad de la Cofradía y con algunos de ellos emigraría a El Bolsón donde en 1973 grabarían un larga duración llamado Miguel Cantilo y el Grupo Sur que recién se editaría en el 75. Un álbum excelente con tintes psicodélicos del que en otra ocasión nos vamos a referir específicamente.
Miguel se exiliaría por aquella época primero en Colombia y luego en España donde se iría a reencontrar con otros miembros de la Cofradía.
Fue allí donde formarían Punch, allá por 1979, junto al baterista Isa Portugheis (ex Diplodocum, La Cofradía y La Pesada del rock), el bajista Morci Requena (ex La Cofradía), el guitarrista Quique Gornatti (ex La Cofradía y Sol) y Fernando Huici, un español de Pamplona en teclados.

El grupo tendría asiduas presentaciones en Mallorca incluso grabando un disco simple en Madrid por intermedio de Jorge Álvarez también exiliado por entonces, quien había sido uno de los creadores del mítico sello discográfico argentino Mandioca allá por finales de los sesenta.
Decidieron volver a Buenos Aires para grabar un demo no publicado en España, y así saldría el larga duración “A donde quiera que voy” realizado en 1980. El nombre de la placa sería un tema con mucha difusión, y que recomiendo escuchar en su nueva versión de 2005 realizado por Miguel y Fabiana Cantilo. Con un estilo muy New Wave y unas indumentarias muy lejanas a su pasado más bien hippie, Punch no fue muy entendido por entonces, pero ellos eran tal vez el antecedente principal de lo que serían más adelante tanto los nuevos Abuelos de la Nada como Virus. Personalmente en su primer disco me gustan los temas “Lava blanca luna” y el reggae “La Serpiente”.
En 1981 grabarían su segundo disco denominado “En la jungla” donde se destacan temas como “La gente del futuro” y “La jungla tropical”.
Miguel Cantilo después de esto volvería a reencontrase con Jorge Durietz y volverían a reeditar a aquel gran dúo Pedro y Pablo convirtiéndose el resto de Punch en la banda de apoyo a estos.

5.27.2009

Sacramento

Tras su álbum de 1970, El Rock de la Mujer Perdida, Los Gatos irían a disolverse y algunos de ellos, Ciro, Pappo, Moro y Alfredo Toth emigrarían a Europa, y allí actuarían con el nombre de la mítica banda argentina. Luego también se sumarían David Lebón y el batero Roberto "Corre" López. Este dato es interesante resaltarlo ya que a la vuelta por Buenos Aires en 1972, algunos de ellos: El tecladista Ciro Fogliatta, Alfredo Toth y Corre, formarían la agrupación Sacramento junto Bocón Frascino y Ricardo Jelicie, estos últimos dos, oriundos del Oeste, habían sido parte de Engranaje, y Bocón además bajista de Pescado Rabioso. La nueva formación tendría a dos guitarristas que se habían desempeñado anteriormente como bajistas, Bocón y Toth, Jelicie sería el bajista y vocalista de la banda, Corre López el batero y en teclados Ciro.


La agrupación iría a lograr un sonido bastante peculiar, con muy buenos arreglos donde los teclados de Fogliatta por momentos nos recordarían al Stevie Winwood de Traffic, y con un vocalista como Jelicie que llevaba la marca indeleble de las bandas argentinas de entonces.
Sacramento irían a editar un larga duración en 1972 para RCA Victor, un disco de gran factura que nadie debiera dejar de escuchar, pero lamentablemente la agrupación iba a tener vida muy corta, y un segundo álbum que ya tenían listo nunca pudo ser editado.
Sin dudas Sacramento fue una estrella fugaz.

5.12.2009

Montes

Allá por los finales de los 60, cuando irrumpían en la Argentina los nuevos grupos como Manal, Almendra, Vox Dei y Arco Iris, paralelamente se daba un fenómeno que llamábamos música comercial o complaciente, y que algunos llamaban “beat” a secas.
Los representantes más conocidos eran conjuntos como Los Náufragos, Safari, Trocha Angosta, Banana, Pomada, Séptima Brigada, La Joven Guardia, entre muchos más.
Creo que hay un desfasaje en la historia de nuestro rock desde aquel momento a la actualidad, ya que entrado los 80 hasta hoy, se colocaron en esa historia a bandas que en aquel momento inicial hubieran estado del lado de los mencionados complacientes, y no hubieran sido tenidas en cuenta como agrupaciones de rock.
La impronta de la música progresiva a finales de los 60 iría también a ganar nuevos adeptos de aquellos que hasta ese momento sólo editaban discos simples para ser hit bailable. Un caso interesante fue el viraje de La Joven Guardia que de haberse hecho popular con “El extraño del pelo largo” y “La extraña de las botas rosas” logró pasar a hacer un rock bastante interesante con letras comprometidas, y que le permitiría al grupo ser parte del primer BAROCK de 1970 en el Velódromo Municipal.
La Séptima Brigada fue una agrupación que pegó dos éxitos comerciales con los temas Paco Camorra y Juan Camelo, con letras divertidas y música bailable, pero lo que llamaba bastante la atención eran los arreglos de guitarra inusuales para ese tipo de temas y eso hacía que uno se preguntara quien era el violero del grupo. Es así que uno se entera de la existencia del Negro Jorge Montes, y lo que nos iba a sorprender favorablemente es cuando la Revista Pelo confirmaría la ida del guitarrista de aquella formación para enrolarse en las filas del nuevo rock y que además también él iba a ser parte del Primer BAROCK del 70.

Montes le decía a Pelo: “El único método es seguir estudiando y evolucionando constantemente. Hay que desterrar de uno las limitaciones. No dejar que ciertos tipos te hagan perder el tiempo (lease chantas). Esto lo digo porque es un poco difícil combatir el punto de vista de personas ajenas al rock.”
Jorge no trascendió demasiado en Buenos Aires por ese entonces y emigró a Bolivia donde conformaría Montes Mahatma y con ellos partciparía del BAROCK de 1972, y tras algunas actuaciones en la Argentina alcanzaría grabar su álbum "Cuando Brille el tiempo",

Para mi sorpresa este álbum es hoy uno de los discos más buscados por los coleccionistas europeos y estadounidenses, del rock sudamericano. Jorge Montes fue uno de esos grandes guitarristas del rock argentino que hoy están casi en el olvido, y que debieran volver a ser tenidos en cuenta si es que queremos ser fieles a la historia que nos construyó.

5.11.2009

Contraluz

El rock para fines de los sesenta comenzaba a diversificarse, se empezaban a dar patchworks originales, producto de la integración con otras tendencias musicales y con la incorporación de instrumentos no convencionales a las formaciones usuales del rock.
Es así como surgen fusiones con el jazz, con lo latino, con lo clásico, y todo esto con el factor común de la experimentación y la búsqueda de nuevos efectos que rompan con el ideario del sentido común o en otros términos logre amplificar y distorsionar la percepción de la realidad.
La Argentina no era una excepción al respecto y fue así que por estos lados también comenzaban a surgir con impronta propia grupos que fusionaban el rock con el jazz como Alma & Vida y Sanata & Clarificación, o el rock con lo latino al estilo Santana, como fue Zandunga, luego Katunga. Por aquellos tiempos emergía una banda británica con un sonido muy particular, casi inigualable, que era Jethro Tull, donde descollaba la flauta traversa de Ian Anderson, y lo significativo iba a ser que también nosotros tuviéramos cultores de ese estilo, y esta experiencia local se llamó Contraluz.
El grupo tenía como origen la Zona Norte del Gran Buenos Aires, y en un inicio constituían Lemon, un trío que hacía temas en inglés y que estaba integrado por Carlos Barrio en guitarra, Nestor Barrio en batería y Alfredo Prochnick en bajo.
Se sumaria a ellos Alejandro Barzi como vocalista y en flauta traversa y tomarían el nombre de Contraluz. Ellos participarían del primer BAROCK de 1970.

Tuve la suerte de verlos en un Festival en La Plata en 1971 que se realizaría en el viejo Comedor Universitario de 1 y 50 que fuera organizado por Carlos Mariño y que se extendería por todo un fin de semana donde también actuarían entre otros La Cofradía de la Flor Solar, Héctor Starc y la Bola de Ruido, La Banda del Oeste, Sol, entre muchos más. Fue aquella una gran actuación y fue además un memorable festival, en una época donde Patricio Rey estaba muy activo en La Plata organizando cosas como estas. La foto que sigue es de DosPotencias y es precisamente de aquel encuentro.

Contraluz editarían para aquel entonces un larga duración en 1973 que se llamó Americanos y dos simples: Indios sin prisión en 1973 y Harvest en 1974.
Después de muchos años la banda volvería a juntarse en el año 2000 con los hermanos Barrio y Puchnick sumando a la formación a Jaime Fernández Madero en teclados y voz. En su nueva etapa grabarían dos nuevos discos El Pasaje y Ramos Generales en los años 2000 y 2003 respectivamente, donde muestran una muy buena integración ya madura entre el rock, lo sinfónico y el folklore.

2.20.2009

Profecía del 74- Editorial de la Revista Pelo

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Recomiendo sobremanera leer este artículo de Daniel Ripoll, director de la Revista Pelo, que él escribiera allá por marzo de 1974.
Casi como una profecía, Daniel vaticina el devenir de nuestro Rock, y sobre todo cuando este no va acompañado de las ideas que lo fundamentan y sólo es tomado como una moda, un pasatiempo o un simple cliché que me muestre diferente sin serlo.


Toda esta cosa del rock comenzó mezclada con "la paz y el amor". Pero hasta quienes luchaban por eso sabían que la paz no iba a llegar y que el amor permanecería en la galaxia utópica. Pero creer en "la paz y el amor" nos daba fuerzas. Más que una lucha era una lanza mental que descolocaba al enemigo. Eso nos ayudó mucho. Hoy "la paz y el amor" han sido barridos; consumidos, y gastados por el uso. Pertenecen románticamente a la gestación.

Huérfanos de una ideología correcta, nos fuimos apretujando alrededor del rock. Empezamos a darle a esa palabra "una forma de vida", y a esa música una bandera para luchar contra la opresión y la idiotización representada en toda la otra música. Rock comenzó a significar grandes reuniones en festivales al sol ante el asombro de los diarios y la televisión que le contaban a los vecinos cuántos éramos y cómo nos "disfrazábamos".

Había un poco de orgullo en todo eso, había un poco de libertad. A todos los buenos ciudadanos les costó bastante colocarse a la ofensiva. Estaban despistados con la "música estridente", los recitales de "10.000 locos".

Todo el rock seguía soñando, mientras tanto, con convertirse en una cosa grande, en copar los medios de difusión, tener muchos discos para decir cosas y ridiculizar a la otra música complaciente. Decíamos que el rock era fuerte. Que el poder del rock no seria jamás detenido.

Y es cierto: nunca seremos aniquilados Pero si esto sigue así viviremos absorbidos, utilizados y manoseados. El sistema de vida de todos los otros: (porque con eso comen y con eso sueñan,es mucho más hábil y mucho más poderoso de lo que nosotros creemos. Y ya nos encontraron el lado flaco, el flanco por donde atacarnos y dominarnos. Se dieron cuenta que la fuerza y el poder del rock se quedó solamente en rock y que todo lo demás eran ilusiones de matoncitos y "marginados especiales", no de revolucionarios.

Se dieron cuenta que mientras nosotros protestáramos porque no había lugares para escuchar rock, mientras defendiéramos nada más que nuestro pelito largo, el poder del rock era simplemente un movimiento individualista sin pretensión de fuerza. El rock, nuestra música de rock, se convirtió en el único fin.
Muy pocos se dieron cuenta que se trataba de un camino para cantarle al hombre libre y obligar a otros a darse cuenta que aún pueden serlo.

Si esto sigue así no moriremos. Pero en el futuro, estoy seguro, seremos un gran festín para aquéllos contra quienes siempre creímos haber luchado. La verdadera muerte del rock ya está entre nosotros. Muy pronto todos estaremos contagiados.
Muchos idiotas ven esto como una batalla entre rock y música complaciente. Pero eso es falso. Tan falso como para los otros que saben que eliminando el rock no te eliminan a vos.

Nosotros seremos absorbidos porque no sabemos quiénes somos, porque no tenemos una idea correcta de lo qué se trata. Si mañana nos regalaran todos los parques, todos los teatros y nos dieran el manejo de las radios y las grabadoras seria lo mismo que ahora, nuestra pobre música rock no tendría respuestas para explicarnos qué hacer con todo eso. ¿Quién nos asegura que no cometeremos los mismos errores que ellos, que no nos convertiremos en complacientes y retrógrados como ellos?

Lo único que nos asegura que haremos las cosas como deben hacerse es saber quiénes somos y qué queremos.
No alcanza con ir a los recitales y despreciar lo complaciente.
Eso es masturbarse, no progresión.

2.05.2009

Alejandro Medina y la Pesada, junto a los Pinchevsky

Allá por 1973, el ex bajista de Manal, Alejandro Medina iría a presentar en el Teatro Astral su primer trabajo solista acompañado por la Pesada del rock, entre los que se alineaban al menos para esa oportunidad tres músicos de La Plata que eran el violinista Jorge Pinchevsky, su hermano Carlos en percusión y el batero Isa Portugheis. Entre los que completaban la formación estaba nada menos que Charly García en teclados.
Esto que continúa es una nota de la Revista Pelo de entonces, que gentilmente me alcanzó Carlitos Pinchevsky y que vale la pena leer para entender las limitaciones que nuestro rock tenía por entonces y no en lo referente a su calidad musical sino en cuanto a organización y recursos tecnológicos. Esto último es algo que muchas veces se olvida, se da por obvio, se minimiza o ni siquiera es tenido en cuenta.



POR FIN MEDINA- (Revista Pelo)

Sólo Claudio Gabis después de la disolución de Manal consiguió, no sin percances y esperas, poder registrar su obra personal en el disco; dos álbumes en la calle certifican, si no un trabajo de escalada, al menos raptos eventuales de su música. Con todo, desde la misma época en que se comenzó a hablar del primer álbum de Claudio (mayo de 1972) se comenzaba a gestar la idea de un trabajo similar para otro de los integrantes de aquel formidable trío de blues: el bajista Alejandro Medina.
Ahora su álbum está terminado, casi dos años después, después de muchos anuncios de incontables etapas de grabación. Los motivos de la demora son diversos. Pero la cuestión es que ya su trabajo, algo agigantado por la expectativa, está casi por dar a luz.
Anticipándose a ese primer nacimiento Alejandro Medina se presentó con algunos de sus amigos y vecinos en el Teatro Astral para presentar esos trabajos. Después de subir al escenario para acompañar a muchos músicos y como integrante pivote de la Pesada, Medina lo hacía para cantar y tocar su propia música. Una escasa publicitación previa, impidió seguramente que mucha gente que hubiera tenido interés en estar presente no se enterara del asunto. Eso conspiró en parte contra el espectáculo que contó apenas con la mitad de la capacidad del Teatro Astral cubierta.



AMIGO PREVIO

Antes del grupo se presentó Gustav, un solista folk que cantó cubierto de timideces y en voz muy baja un tema suave y amable A! subir al escenario Medina aclaró que se trataba de un cantante austriaco, que había querido de esa manera dar su aporte a los rockeros argentinos.
El grupo que sustentó al bajo de Medina fue en realidad el básico que forma parte de la Pesada: Juan Rodríguez é Isa Portugheis en batería, Jorge Pinchevsky en violín. Lo completaban el hermano de Pinchevsky en tumbadoras, Pepe en saxo y Charlie García, de Sui Géneris, en piano. Lo que llamó muchísimo la atención fue la ausencia de un guitarrista en la formación, carencia que obviamente era suplantada en escena por el violín y el piano. Medina cantó con fuerza y garra, características determinantes de su estilo que parte de las últimas épocas del trío Manal. No obstante incesantes problemas de amplificación, sobre todo en el nivel micrófonos, impidieron obtener detalles más precisos de las intenciones de Medina como autor. Así come su voz se ha destacado últimamente en la interpretación de rocks para otros músicos y agrupaciones, el tema más fuerte y el más aplaudido fue un rock que Alejandro cantó muy arriba.



INTENSA ZAPADA

Algunas zapadas entremezcladas, en las que intervino magistralmente Pinchevsky, además de Medina, fueron secciones muy aplaudidas del recital. Lamentablemente García se pudo acoplar en pocas oportunidades (o al menos eso era lo que llegaba a los oyentes) por notorias dificultades en la amplificación de su piano.
Con todo la bola de sonido tuvo muchos momentos parecidos a los climas que consigue la Pesada, sobre todo como en la época en que también contaba dos bateristas en su formación.
Medina es un valioso elemento del rock nacional, por su fuerza y expresividad en la interpretación de un instrumento generalmente vital pero poco advertido por el público. La aparición de su primer álbum puede convertirse en un elemento motivador de sus propias energías, quizás hasta hoy dispersas y prodigadas en un trabajo limitado a la eventualidad de músico de sesión, faceta donde, sin embargo, ha brindado momentos realmente intensos.
Esta presentación, un poco subterránea por las dificultades antes mencionadas, tal vez vuelva a repetirse con un marco y un apoyo de público más acorde con el acontecimiento, una vez que esté su primer álbum y sea conocido por el público. Cosa que seguramente ocurrirá dentro de muy poco.

1.30.2009

Jorge Isaac Pinchevsky en Europa

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Conversando con Carlos Pinchevsky, hermano de Jorge y con Nancy Geymonat, quien fuera la última compañera del violinista, ellos me tiraron algunas puntas que me propuse desarrollar, aunque sea muy difícil contrastar algunos datos. Sin dudas realizar una historia sin fisuras se transforme en un hecho poco probable, y es por esto que éstas son sólo puntas.
Carlos me contaba que cuando Jorge se exilió en Londres allá por el 75, se hizo muy amigo del flautista de Los Jaivas, quien también estaba exiliado junto al resto de aquella célebre banda chilena de rock progresivo y andino. Los Jaivas además de una agrupación musical, eran también una comunidad, que tras el golpe militar que derrocara a Salvador Allende en 1973, se exiliaron en masa dividiéndose entre Londres y Paris.
Tanto Pin como aquel flautista tocaban en la estación del metro y pasaban la gorra para ganar algún dinero, hasta que un día pasara por allí unos de los integrantes de Gong, quien sin dudas se iría a deslumbrar escuchando a estos extraños hippies sudamericanos, y los invitaría a ambos a Planet Gong, la comunidad de la que eran parte los miembros de la psicodélica y progresiva banda anglo francesa que lideraba el australiano Daevid Allen. Jorge se iría a incorporar a Gong e iba a ser parte del álbum “Shamal”, y de “Gong live in Sherwood Forest´1975”.
Aunque ningún integrante de Los Jaivas aparezca como miembro de Gong, según Carlitos Pinchevsky, en el tema tres de Shamal llamado Bambooji, está la mano del chileno, y si lo escuchan es un tema con mucho ingrediente de música andina. Si, en el tema cuatro, Cat In Clark's Shoes es inconfundible la presencia del violinista argentino introduciendo fragmentos tangueros en una composición de jazz rock, y un recitado por lo bajo.
Shamal fue producido por Nick Mason, el baterista de Pink Floyd, y fue grabado en Virgin Records, paradójicamente el mismo sello para el que poco tiempo antes no pudiera grabar su disco La Cofradía de la Flor Solar, por el hecho de habérsele encontrado marihuana en el estuche del violín a Pin, cuando aquella banda platense iba a pasar la aduana inglesa. Por este hecho contaba Nancy Geymonat, Pin iría a estar preso un mes y ser liberado por buena conducta
Shamal es un disco bastante conocido, pero mi sorpresa fue cuando descubrí la existencia del vivo en el bosque de Sherwood en 1975. Este disco es de edición reciente del año 2005. Ni Carlos ni Nancy sabían de esta edición, que por lo demás si uno busca información en la red sólo se encuentra con anuncios de venta del disco y sólo esta muy buena reseña de El Intruso.



Pinchevsky iría a ser parte de ese Gong donde Daevid Allen ya no estaría, y la batuta iba a ser del guitarrista Steve Hillage, quien poco tiempo después de Shamal iría a emprender un camino solista.
Pinchevsky en Europa además de haber sido parte de Gong también lo fue de la banda francesa Clearlight, y acompañó también, presentaciones del nombrado Steve Hillage y también de Steve Hackett cuando este guitarrista tras dejar Genesis iniciara su carrera solista.

1.18.2009

EL REGRESO DE CANTURBE Enero 2009

Agradecemos esta información a Silvana Pescedoro

EL REGRESO DE CANTURBE Enero 2009

Una de las bandas más recordadas de rock urbano de los ochenta está de regreso. El grupo sorprendió al mostrar canciones que fusionaban, a la perfección, el rock inglés, el nativo y los aires tangueros de la modernidad. Fue el primer grupo de rock que versionó un tango, en 1983 (Soledad, de Gardel y Le Pera). Canturbe llegó al disco a fines de 1980 con su álbum “El vuelo de los olvidados”, que no pudo llamarse así (la homónima canción planteaba poéticamente el tema de los detenidos-desaparecidos) debido a la censura de la Dictadura Militar. En ese recordado disco estaba como invitado nada menos que Charly García, aún en su etapa tanguera-sinfónica. Varios de esos temas sonaron en muchísimas radios en plena Guerra de Malvinas, un verdadero contrasentido. En 2005 el sello “Viajero Inmóvil” reeditó aquel disco en formato CD en varios países de América, Europa y Japón y la iniciativa fue acompañada por un apoyo inusitado de la prensa, sellos virtuales independientes y los medios de rock progresivo. A raíz de esta repercusión Jorge Garacotche decidió relanzar el proyecto, fue entonces que reunió un grupo de amigos y volvió a los estudios. Lo acompañaron: Kike Gentile Pont, en batería; Moroco, en bajo, y Daniel González, en percusión y coros. Como músicos invitados participan: la cantante Liliana Herrero, el stickista Guillermo Cides, Francisco Huici, en saxo; Eugenio Soria, en bandoneón y Bruno Cecconi en flautas. El nuevo material consta de trece canciones nuevas compuestas por Jorge. Por supuesto que el clima es de neto corte progresivo urbano, retomando aquel viejo estilo, pero enfocado desde la actualidad, sobre todo en lo concerniente a la lírica. La producción artística es del propio Jorge Garacotche y la grabación estuvo a cargo de Fernando Bellini. La producción ejecutiva es de Víctor Hugo Angio. El arte de tapa es de Felipe Surkan y Daniel Oronó. El nuevo disco “Sociedad secreta de melancólicos” está en las bateas desde mediados de diciembre. La edición está a cargo del sello independiente de rock progresivo Viajero Inmóvil.

Recordamos la discografía de Canturbe:

El vuelo de los olvidados (Polygram 1980) músico invitado Charly García.
Bonpland (BMG 1983) participan Norberto Minichilo, José Ogivieki, Rubén Rada.
Clandestino (Yeite 1986)
Del mágico mundo (Yeite 1989)
En venta (Che Discos 1991) participaron Litto Nebbia y María José Cantilo.
Al Flaco, dale gracias (FM de Rock 2008) disco homenaje a Luis A. Spinetta

Contacto:
www.myspace.com/canturbe // E-mail: trivium@ciudad.com.ar

Actualmente Canturbe forma con:

Jorge Garacotche: guitarra - voz
Gabriel Herrera: teclados
Darío “Moroco” Fresone: bajo
Daniel González: percusión – coros – teclados
Federico Rescigno: batería

1.03.2009

La impronta del Soul



“I look inside myself and see my heart is black”
Paint it Black- (Jagger- Richards)

“With the power of soul anything is possible”
Power of Soul- (Jimi Hendrix)



Por lejos el soul, no fue simplemente un estilo musical, sino principalmente una actitud, una proclama, una muestra acabada de la dignidad de la población afroamericana. La revolución soul se produciría simultáneamente con la irrupción de la cultura rock, y si bien alcanzarían algunos rasgos comunes, eran ellas, marcas bien diferenciadas que tendrían entre sí una implicancia mutua decisiva y considerable, no siempre muy explicitada, y que considero que hoy debiera alcanzar mayor perceptibilidad. En aquel tiempo esto era casi una obviedad, pero pareciera que con el paso de este, aquella evidencia se hubiese desdibujado.
Tanto el rock como el soul eran hijos directos del rhythm & blues, y no pocos consideran al rock como la versión blanca de ese estilo acompasada a nuevas melodías, mientras que el soul realizaría una operación similar pero reflotando un viejo estilo afroamericano como el gospel.
La irrupción soul se daría de la mano de una importante movilización social como fue el Movimiento por los Derechos Civiles, encabezado por Martin Luther King, el cual promovía derechos para la población negra que en aquel momento eran solamente privativos para los blancos, como así también emergían por entonces grupos radicales como fuera el Black Panther.
Importantes sellos discográficos como Motown y Stax se convertirían en difusores principales del naciente Soul, dando lugar a la aparición de figuras como Ray Charles, James Brown, Salomón Burke y Sam Cooke, sumándose posteriormente Otis Redding, Wilson Picket, Aretha Franklyn, Stevie Wonder, The Tempations, Marvin Gaye, entre muchos más.
Tras el cobarde asesinato de Martin Luther King, el movimiento soul se radicalizaría dando nacimiento a un estilo también más duro como fera el funk, que tuvo a James Brown como uno de sus principales cultores y a esa tremenda banda que muchos descubriríamos en Woodstock y que eran Sly & The Family Stone.
El soul fue desde un inicio negro sobre negro, gospel sobre R&B, pero todos los exponentes de este estilo nunca dejaron de versionar a las estrellas blancas del rock, un resultado magnífico de esto fue por ejemplo un excelente disco de tributo soul a los Beatles. También rockeros como Rare Earth o Spencer Davis Group versionarían a músicos de soul.
Mientras los jóvenes rockeros principalmente británicos se acercaban al blues, y hacían rastreos hacia atrás en el tiempo, con respecto a este estilo simultáneamente irrumpía el soul dándole una impronta muy particular al revisionismo blusero. Los grandes músicos blancos emergentes por aquel entonces pareciera que se hubieran hecho devotos de un nuevo dios, de un dios negro que llevaban por dentro y que llenaba de ritmo africano el alma (el soul). Recordar a Eric Burdon, John Mayall, Mick Jagger, Joe Cocker, Janis Joplin, por nombrar solamente algunos pocos ejemplos, nos dan la certeza de que la mayoría de los rockeros de entonces aunque blancos de piel intentaban acercarse en su alma al color de la raza que hiciera emerger el ritmo más excitante del universo, y porque además era ejercer la autonomía de no ser parte del estabishment.