11.18.2006

Algunos emprendimientos: Mandioca, Pelo, Fonum.

La constitución de un movimiento de rock, necesita de otros elementos que no sean solamente sus intérpretes y audiencia, sino también de herramientas tecnológicas, comunicacionales, de organización, etc. En este sentido esto será un simple esbozo de algo que debiera desarrollarse de forma mucho más minuciosa y documentada. Por lo pronto esto será solamente un simple rescate de algunos emprendimientos que a mi entender fueron decisivos en aquel tiempo.

En 1968 se crea el primer sello discográfico argentino dedicado exclusivamente a dar sitio a músicos de rock. Mandioca fue hecho por Jorge Álvarez y Pedro Pujó y sino hubiera existido un sello independiente de estas características, es posible que bandas como Manal y Vox Dei, y solistas como Moris no hubieran podido nunca editar un disco. Cuando el rock comenzó a ganar adeptos, los sellos monopólicos se interesaron en aquellos artistas a los cuales un tiempo atrás les habían cerrado la puerta.

Contar en aquellos tiempos con equipos de sonido apropiados del tipo Marshall o Fender, era un privilegio no accesible a la mayoría de los músicos, y fue allí donde muchos comenzaron a utilizar los anaranjados Fonum, que construía en City Bell, un ingeniero de sonido llamado Omar Rojas, que no era un simple técnico sino alguien ligado al rock a través de la Cofradía de la Flor Solar.

Las herramientas de comunicación gráfica en aquel entonces resultaban de suma importancia, en un tiempo donde no existía Internet por ejemplo, y donde se leía y consumía mucho más el formato revista. Osvaldo Daniel Ripoll crea en 1969 la revista Pelo, que a mi entender es bastante decisiva en la conformación del nuevo movimiento. Si bien habían existido previamente otras como Pinap o La Bella Gente, es Pelo quien establece líneas de demarcación bien contundentes, entre lo que viene desarrollándose a partir de la Cueva y todo lo demás. Pelo ya no habla de música beat, y concretamente delimita entre la música progresiva y la complaciente o comercial. En las notas a bandas de Inglaterra o los Estados Unidos ya no van a aparecer intérpretes como los Tremeloes ni los Beach Boys, sino que se va a ocupar de músicos que algunas de las veces eran underground en sus propios países. En este sentido rescata las influencias principales de los pioneros de la Cueva, y se da una tarea de investigación que en muchas oportunidades les va a permitir a los jóvenes rockeros locales descubrir aquello que solamente se conseguía por acá como discos importados, ya que los sellos locales no los editaban. Otra preocupación principal de Pelo era además de lo musical, el desarrollo de las pautas ideológicas que inspiraban al progessive rock.
En 1970 la revista organiza en el Velódromo Municipal de Buenos Aires ubicado en los bosques de Palermo, el primer festival B. A. Rock, dedicado exclusivamente a la música progresiva local, y que se repetirá los años subsiguiente, alcanzando interesantes niveles de convocatoria.