9.04.2007

El Rock en La Plata- Jorge Pinchevsky, el violinista de rocanrol

Para los que asiduamente veíamos las presentaciones de La Cofradía de la Flor Solar, nos sorprendería bastante cuando a esta banda se incorporaría un diminuto violinista que ejecutaba un instrumento electrónico con forma de ballesta. Algunos ya habíamos escuchado a Don Sugarcane Harris junto a los Mothers of Invention de Frank Zappa, o a Jean Luc Ponty, pero encontrarnos con un violinista argentino de rock, era toda una novedad y a la vez una muy grata sorpresa, ya que el que lo hacía no le hacía ninguna mella a los nombrados.

Pinchevsky había nacido en Rosario pero desde muy chico se afincaría en la zona de La Plata, formándose como un músico clásico. Conservatorio, Orquestas Sinfónica, Municipal y de Cámara de la Universidad Nacional de La Plata, y colateralmente participando de muy joven, en alguna que otra orquesta de tango.
Pero un buen día allá por los primeros setenta iría a conocer a la Cofradía para desde entonces meterse de lleno en el rocanrol.
Una vez disuelta esta legendaria banda platense Pin junto a Kubero Díaz y al baterista Isa Portugheis, irían a ser parte de La Pesada del rock liderada por Billy Bond.
En 1975 se exiliaría en Francia pasando a formar parte de una banda anglo francesa llamada Gong, con quienes grabaría el álbum Shamal en 1976. Gong era una banda de rock experimental fusión con jazz, emparentada a Pink Floyd y a Soft Machine, agrupaciones que se consideraban hermanas entre si. Shamal es un álbum bastante difícil de conseguir, pero de un gran preciosismo musical. En el tema “Cat in Clark’s Shoes’, que es un tema de jazz fusion, con un pasaje a country y en otra parte tanguero, es donde Pinchevsky haría sonar su inconfundible violín y recitar unas palabras algo bajas pero con su típica voz ronca.
En 1985 regresaría a la Argentina para conformar en Mendoza, Alcohol Etílico, y ya en los 90 en Buenos Aires, la Samovar Big Band, siendo parte del under porteño de blues y rock.

Epílogo:
En febrero de 2002 acá en Berisso, recuperamos un viejo club barrial (el Honor y Patria) para transformarlo en un centro cultural, donde tuvimos el privilegio de tenerlo a Pinchevsky dando clases de violín, guitarra y bajo para adolescentes, como a su vez establecer todos los viernes por la noche un día de encuentro con un ciclo sobre el rock argentino, donde él narraba historias y a su vez tocaba el violín. El nos había enseñado el saludo entre “comandantes intergalácticos”, un ritual que no se hacía con cualquiera, y lamentablemente cuando fallece en 2003 estaba enemistado con nosotros, pero si desde algún lugar del cosmos nos estuviera viendo, estoy seguro que sabrá que siempre lo tuvimos como un verdadero músico de rocanroll, es decir como un digno artífice de la cultura rock original que nunca tranzó con el mainstream.
Sin ningún lugar a dudas Pin fue unos de los rockers argentinos más representativos de la vieja camada, y principalmente uno de los grandes baluartes que haya dado el rock platense.