12.06.2013

Machine gun. Tearing my body all apart.

El rock progresivo, ése que llevaría toda la impronta de construir nuevos sonidos, a partir de la explosión tecnológica, y que tendría un contraste y equilibrio importante entre los diferentes instrumentos musicales, sin dudas es el resultado del desarrollo del sonido electrónico y de toda la tecnología propia al tiempo de su irrupción. Pero, por qué a un instrumento o a un conjunto de ellos, habría que hacerle emerger sonidos, que de por sí, no estaban contemplados en lo que se refiere a lo estrictamente pentagramático. Tal vez eso, sea una respuesta al porqué de la existencia e invención de diferentes instrumentos, en tiempos en los que la tecnología no era avanzada, pero el interrogante se vuelve interesante cuando los diferentes sonidos, necesariamente tendrían que salir de un mismo instrumento, como si desde un solo sitio debieran irradiarse todas las variaciones posibles. La respuesta sin dudas no es obvia, pero responderse aunque sea algo de ella, sería comprender mínimamente  el surgimiento de un Jimi Hendrix.

Ya en los primeros tiempos del blues, tanto Robert Johnson como Elmore James, intentaron extraer sonidos de la guitarra, no previstos. Fue así el surgimiento del slide y el bottleneck, la utilización del cuello de una botella para que se desplace por encima de las cuerdas para generar un sonido indeterminado, pero cargado de significación. Eso podría casi considerarse como la invención de instrumentos complementarios para un instrumento principal. Sin este antecedente, es impensable la explosión sonora Hendrix. La tecnología es parte del desarrollo de las fuerzas productivas, y solamente tiene validez si como correlato existe  el desarrollo y el surgimiento de un sujeto, que sea capaz de producir con esa nueva tecnología. Porque claro, las máquinas solas no funcionan, y mucho menos si se trata de generar con ellas una estética o un arte.

El valor de Jimi Hendrix, en la historia del arte contemporáneo, además de su vuelo musical de envergadura, fue sin dudas el incluir diferentes efectos sonoros, a partir de distintos pedales (Overdrive, Octavia, Fuzz Face, Wah- Wah) para potenciar la guitarra electrónica, y conseguir sonidos, que hasta resultaban una versión satírica del tiempo fugaz que le tocó vivir. Machine Gun, es una de las muestras más acabadas de su producción, haciendo que del instrumento surja el sonido de esa ametralladora que debía callar.