11.29.2011

Don Cornelio y la Zona

Una vitrola agogó, tocando y tocando, pozo guerrillero irascible, bombardeando bombardeando. 

Eran mediados de los ochenta y tal vez lo que alguna vez se había llamado rock, ya no era igual, no era lo mismo, casi no quedaban rastros contraculturales y lo underground parecía haber descendido muchos más metros debajo de la superficie, de lo que hubiera sido normal. La banda de Don Cornelio por ese tiempo entraba en la Zona. 

En la Maniac Mansion, el meteorito púrpura se estrella en tierra y con malvada inteligencia es capaz de hipnotizar a los personajes, pero también de destruir la lúgubre casona. La Zona (Stalker) es un sitio posapocalíptico donde un meteorito había arrasado lo que quedaba de una civilización extraterrestre, y donde un cerco militar impedía la entrada de cualquier visitante, ya que quien ahí entraba no salía más, y tal vez porque la Zona, tenía la capacidad de hacer cumplir los más oscuros deseos de quien allí incursionara. Don Cornelio entró en la Zona, con un rock de estilo grunge muy marcado, y diferenciado de lo complaciente de la música de los ochenta. 

Lugarteniente cabizbajo, doctor en medicinas, experimentando cuerpos, comidos por escarabajos, un anaquel con escalpelos sin sangre, y dentaduras postizas arriba: tazas de te chino, una azucarera misionera, un pericuerpo de luz, es el cuadro de coruro, que murió duro y no pudo evitar el pavor. 

La metáfora de Don Cornelio examinando el pozo guerrillero, y bombardeado, era realmente significativa, y tal vez escalofriante. Una vitrola agogó, tocando y tocando, pozo guerrillero irascible, bombardeando bombardeando.