11.21.2006

Manal


En un principio a ellos los llamaban Ricota, y ese nombre no era adrede. La similitud con la crema, no era solamente en la denominación sino que al igual que el legendario Cream de Clapton, Bruce y Baker, ellos también eran un trío de blues. En aquellas épocas a la formación de tres, se le tenía miedo, y cuando este se perdía, se imponía un soberbio respeto. Tres instrumentos deben sonar muy bien para que en la totalidad no se sienta el vacío, ni para que se evidencien ciertas falencias. El acompañamiento de una segunda guitarra o la presencia de un órgano muchas veces puede hacer pasar desapercibido el problema, pero cuando esto no está es cuando uno puede apreciar mucho más las virtudes de ciertos músicos, y creo que Manal fue una de esas formaciones donde el talento estaba mucho más que presente.
El trío se forma en el 68 con Javier Martínez, un batero con un estilo bastante peculiar, con gran acercamiento a los ritmos afro, y con una voz ronca como la de un negro, Claudio Gabis, un guitarrista con mucho conocimiento acerca del blues, con una precisión técnica que era inusual para esa época y Alejandro Medina, un tremendo bajista con mucho soul, una digitación impresionante y que era capaz de rasguear con su instrumento en un ritmo casi infernal, sumado a tener una voz también grave como la de los negros.
En 1968 graban su primer simple Para ser un hombre más y Que pena me das, en el sello Mandioca, en 1969 el segundo, No pibe y Necesito un amor, para grabar en 1970, su primer larga duración, donde se van a encontrar temas como Avellaneda Blues, Todo el día me pregunto, Jugo de tomate, Avenida Rivadavia, Una casa con diez pinos, Porque hoy nací e Informe de un día.
El trío cambiará de sello discográfico y a la vez se va a inclinar a un estilo mucho más pesado, al estilo del hard rock que se iba imponiendo en Inglaterra con Led Zeppelín, sin abandonar el blues. Su simple Doña Laura- Elena editado por la RCA, será muestra de ello, y mucho más su nuevo álbum del 71, El león, donde habrá rocks pesados como No hay tiempo de más, Hoy todo anda bien, pero también temas como el Blues de la amenaza nocturna y un candombe de Medina llamado Soy del sol.
Además de demostrar que se podía cantar blues en castellano, Manal nos presentó en sus letras una poesía urbana de alguna forma emparentada con la poesía tanguera, pero donde aparecerían algunos elementos recurrentes propios a la generación de la cual eran parte, el problema de la soledad en los grandes ciudades, el tiempo, la impostura reinante, la rutina, la competencia, etc.
Manal va a correr la misma suerte que Almendra, y también van a separarse bastante pronto, pero a diferencia del multiplicarse que decía Spinetta con respecto a su ex grupo, los miembros del trío se van a integrar a otras formaciones tales como la de Billy Bond y la Pesada, metiendo una densidad en el nuevo rock que a mi entender sin ellos ni Pappo no hubiera sido posible.

2 comentarios:

Anónimo dijo...
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