Siempre se dijo
en este lugar, que el rock no es un género musical. Nada más lejana a nuestra
concepción que una definición de ese estilo. La música que deriva
principalmente del Blues y el Rhythm and Blues, fue promediando los ’60, tal
vez una de las marcas principales y emergentes de una nueva forma de mirar al
mundo. Tal vez no la única, pero sí una de las más sobresalientes, ya que se
dio principalmente en el seno de los territorios en los cuales se concentraba
el principal poder global. Gran parte de los jóvenes de entonces se
convirtieron así en un borde muy concreto de cuestionamiento a ese poder, principalmente en las formas en que
éste somete culturalmente a las mayorías populares, imponiéndoles modalidades
de consumo y formas de vida. El rock no fue (no debiera serlo) un simple género
musical. Es una respuesta contracultural. Es un profundo cuestionamiento al
orden instituido. En ello el rock en los ’60 se acercaba sinuosamente y tal vez
sin saberlo a otras modalidades de transformación de la cultura dominante, como
eran por entonces la Revolución Cultural en la República Popular China, y las
diferentes expresiones (por ese entonces llamadas de protesta) que se daban en
diversos puntos del planeta.
Nuestra intención
es abordar todas esas expresiones no catalogadas dentro de lo musical, que
fueron parte si no integral al menos contingente del movimiento de rock, como
pueden haber sido los ilustradores del estilo Rodney Mathews o escritores de ciencia ficción como Michael Moorcock.
Es lo que viene en este sitio.