Situada a 305 Km. al NO de Buenos Aires, Rosario es una ciudad puerto ubicada sobre el margen occidental del río Paraná, constituyendo junto a la Capital Federal y a la ciudad de Córdoba, uno de los tres más grandes conglomerados urbanos de la Argentina.
Rosario siempre fue una concentración obrera muy significativa, y hacia 1900 se plasmó en el bastión anarquista más importante del país, superando incluso a Buenos Aires, cosa que le valió el apelativo de “Barcelona del Plata”, ya que la influencia de la ideología libertaria era sólo comparable a la de la ciudad catalana.
Recordemos que Los Gatos, una de las bandas originarias del rock argentino, provenían de Rosario aunque no fuera allí donde se desarrollaran como agrupación.
Para inicios de los ochenta iba a emerger de la ciudad litoraleña, un movimiento espontáneo que iba a recibir el nombre de Trova rosarina y que contaría con artistas como Juan Carlos Baglietto, Fito Páez, Adrián Abonizio, Lalo de los Santos, Jorge Fandermole, Silvina Garré y Rubén Goldin. Ellos no crearon una música de un estilo que podríamos denominar rock, ya que incursionaron en otros géneros como el folklore y el tango, pero su recepción en Buenos Aires estuvo ligada al circuito del rock. Como buenos trovadores ellos plasmaban en sus letras la crónica de una situación histórica bien definida, el paso de la dictadura militar hacia el retorno de la democracia, incluyendo Malvinas de por medio.
Jorge Fandermole decía: "... Si la palabra Trova designa un impulso artístico que reúne a varios artistas alrededor de la canción como forma expresiva, la denominación es más o menos correcta. Si la designación otorga con su carácter abarcativo y limitador, estatuto de movimiento cerrado, orgánico y planificado, en fin institucionalizado, resulta incorrecta...”
La trova rosarino irrumpiría en Buenos Aires para 1982 de una forma sumamente singular.
Como decía Fito Páez en su tema dedicado al cómico rosarino Alberto Olmedo, el inmortal Capitán Piluso:
"Cerca, Rosario siempre estuvo cerca..."