2.26.2008

Rock y lucha generacional

Una sociedad que no encuentre sus formas de reproducción, inevitablemente se caería a pedazos. Si el Establishment, el sistema se mantiene de manera sumamente firme es porque entre generaciones se conserva la cadena de mando, y la reproducción se realiza en piloto automático.
En los inicios de la cultura rock algunos sostenían el concepto de lucha generacional, y esto se debía principalmente a que la juventud de entonces se revelaba ante los valores constituidos, y a la vez personificados en los propios padres. En este sentido esta cultura emergió como oponiéndose a la perpetuación infinita de la cadena de mando.

En esta frase quisiera sintetizar un sentir tal vez bastante generalizado de los que fuimos adolescentes en aquella época:

“Todo el mundo hace lo mismo, todos se satisfacen con lo mismo, todos creen que son felices de esa forma, pero a mi no me engañan, ya que su bienestar es una tremenda hipocresía, y como mis padres quieren que yo sea de esa forma me les revelo y comienzo a construir mi propio camino".

Si escuchamos atentamente las letras de las primeras bandas de rock argentino, no nos vamos a encontrar como en el tango ni a la “vieja” ni al “viejo”, pero sí vamos a escuchar hablar de un tipo de amistad que pareciera fundar un nuevo tipo de lazo social. En este mismo sentido, la mujer ya no aparece para el hombre como un instrumento de utilización doméstica sino como la compañera de ese camino emprendido.

"Un jardín y mis amigos/ no no se pueden comparar/ con el ruido infernal/ de esta guerra de ambición,/ para triunfar y conseguir/ prestigio en la ciudad/ dinero y nada mas/ sin tiempo de mirar/ un jardín bajo el sol/ antes de morir."

Una casa con diez pinos- Manal


Dímelo destino si la puedo yo encontrar.
Ella es mi verdad, dime donde estás.
En la gran ciudad? o en la eternidad?,
en algún lugar de la inmensidad?,
dime donde está y si existe en realidad,
que con mis manos la puedo alcanzar;
sólo un momento yo quiero suponer,
que es mía, sólo mía y puedo amarla como sé...


Canción para una mujer que no está- Vox Dei

2.18.2008

Cultura Rock- Esto pienso...

En una sociedad agrietada y cada vez más fragmentada, donde la unidad de los diferentes sectores populares se hace cada vez más inviable, algunos grandes relatos como la Revolución o la Cultura Rock se fueron alejando paulatinamente de la realidad, para convertirse en grandes mitos que sirven de reservorio y plataforma ética para aquellos que no nos resignamos a aceptar que las relaciones humanas deban ser como son, sin existir ninguna alternativa al respecto, y a la vez, sostenernos algo inmunes con respecto a la mediocridad reinante que cada vez se instala con mayor verosimilitud alcanzando un rango de casi natural. La mediocridad no sería efectiva sino se negara a sí misma permanentemente, tratando de mostrar que no es mediocre, valga la redundancia, y es por esto mismo que los espíritus no críticos la aceptan como si fuera un dato de las ciencias naturales.

La impronta de la cultura rock, no fue cualquier impronta, sino aquella que emergió a mediados de los sesenta cuando en el mundo soplaba un viento que no había soplado nunca, ese que Bob Dylan entonaba en “Blowin´ the wind” y que fue una hondonada de aire fresco que llegó a cuestionar al Establishment en todos sus cimientos. Nunca un sistema dominante fue tan cuestionado y sospechado como en aquellas épocas, y nunca se soñaron tantas alternativas de Humanidad como en aquellos tiempos.
Es posible que cierto dogmatismo revolucionario, no haya podido interpretar nunca toda la subversión que implicaba la emergencia de la cultura rock, y también supongo que aquel frustrado intento de Mick Jagger de llevar al rock de los Stones a la República Popular China en medio de la gran Revolución Cultural representaba una visión acertada, y no como algunos llegaron a decir que con esto se intentaba meter al capitalismo mediante el rock

Por aquellas épocas el gran John Lennon se escurría del consumo de drogas, y comenzaba a ver la realidad de otra forma, veía que la visión psicodélica si bien necesaria, no alcanzaba para entender por ejemplo el racismo en Estados Unidos y que el rock no era una mercancía, y que él mismo no era ni un músico exitoso ni un burgués sino simplemente un “Working class hero”, un héroe de la clase trabajadora, tal como rezaba uno de los temas grabados con la Plastic Ono Band en 1970. Otro tema también fue “Power to the people” en clara alusión a la consigna principal de la revolución cultural china donde se planteaba todo el poder al pueblo.
Igual que hoy igual que siempre, Estados Unidos es una superpotencia que pone grandes fichas a las guerras, siempre que no sean en su territorio, pero nunca existió en ese país un movimiento antibelicista como lo fue el movimiento hippie en los 60- 70 en oposición al envío de tropas a Vietnam, que dicho de paso implicó para la nación del norte su máxima derrota militar. Si bien el hipismo levantó las consignas de Amor y Paz siempre recuerdo una entrevista realizada por la Revista Pelo a Country Joe Mc Donald en el norte de Chile durante el gobierno de Salvador Allende en el país trasandino. El célebre hippie y músico de folk y acid- rock que la mayoría por acá descubrimos en la película Woodstock donde entonaba aquel himno llamado “I feel like i´m fixing to die rag” donde se oponía visceralmente a la guerra del sudeste asiático, este músico le decía a Pelo en Chile del 72, que para cambiar la sociedad no alcanzaba con el pacifismo. En la actualidad Country Joe nos dice que Bush es el responsable de inventar cierto tipo de terrorismo y meter a su país en aventuras militares, y hagamos la salvedad que hoy no hay un movimiento juvenil de oposición a ello como fue el hipismo.

El rock o mejor dicho su cultura, nunca fue parte del poder. Cuando el rock es solamente visto como un género se convierte en una mercancía y por esto se transforma en Pop. Surgió de la revuelta juvenil de los años sesenta y se extendió a todos los sectores populares, haciendo que ese elemento afro original sea una respuesta efectiva contra la opresión.
En una sociedad dividida, hipócrita y que cultiva la mediocridad que ofrecen los mass media, la cultura rock si bien casi extinguida al menos debe mantener la dignidad original para servir de espejo válido para las nuevas generaciones.